jueves, 22 de julio de 2010

ECKHART TOLLE


“Por un momento pude distanciarme de mi mente y verla, como quien dice, desde una perspectiva más profunda. Hubo un paso breve del pensamiento a la conciencia…..En ese momento en que pude separarme de mi mente, solté la risa. Pudo haber sonado como la risa de un loco, pero era la risa de la cordura, la risa del Buda del vientre grande….”La vida no es tan seria como la mente pretende hacerme creer” parecía ser el mensaje de la risa”


La creación de un falso YO
Por años hemos estado totalmente condicionados e identificados con nuestros pensamientos y vivimos la mayor parte de nuestra vida aprisionados por ellos, perdidos en nuestras interpretaciones conceptuales de quienes somos.
Son muchos los pensamientos o ideas que van creando poco a poco un sentido de ser con el cual nos vamos identificando: el lugar de nacimiento, el género, la raza, la religión, la profesión. Existen también funciones con las cuales nos identificamos: ser padres, ser hijos, esposa, esposo, tener o no conocimiento, lo que nos gusta y aquello que nos disgusta, lo que tengo y lo que no tengo, todas aquellas cosas que han sucedido en el pasado, recuerdos que pasan a definirnos a nosotros mismos y a nuestra historia.
Todas las interpretaciones que guarda la mente de lo que creemos ser, llegan a nosotros una y otra vez, repetitivamente, como un torrente incesante, una voz en la cabeza que nunca calla y que se ha convertido en una entidad que se ha apoderado de y nos ha llenado de hábitos mentales. (Puedo hacerlo, no podré lograrlo, estoy muy viejo, fracasaré, no tengo suficiente dinero, soy un perdedor, soy muy bajita, muy gordito, debo tener un mejor carro, una mejor casa, que pensaran de mi, nadie es como yo, ellos son unos fracasados, no me llegan ni a los pies, mira lo que yo he logrado en mi vida, esta equivocado, como puede hacer eso, estoy sola, etc.)

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